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Placer culpable

La música es para disfrutarla y lo ideal sería siempre poder escuchar lo que nos dé la gana. Sin embargo, como humanos, por lo tanto seres sociales y culturales, no podemos dejar tener ciertos prejuicios a ciertas cosas y esto incluye a la música.

Personalmente creo que los placeres culpables dentro del arte no deberían existir, porque el arte es una representación social, por lo que siempre tendrá significado para alguien. De ser así ¿Se puede clasificar al arte como algo bueno o malo? Es cierto que hay ciertos parámetros técnicos que permiten dar ciertas opiniones sobre el arte, pero siempre hay que tener en cuenta que la mayoría de estos patrones son introducidos de forma social en nuestra psique y que, además en el arte la mayoría de estos patrones son de la cultura occidental, por lo que al analizarlos se suele dar desde esta perspectiva.

Entonces, es interesante como mucha gente siente culpa por escuchar música que se puede considerar «mala», porque, inclusive la canción más comercial que pueda existir hecha solo para vender, tiene un trasfondo social y significa algo para alguien, así que con eso sería suficiente para no enjuiciar a la persona que le gusta esa canción.

Así, intento siempre tener presente 2 lemas para ser lo más tolerante posible a la música: «No hay música mala, sólo gustos diferentes» y «No hay cabida para los placeres culpables en la música». Estas frases me han ayudado mucho a abrir la mente a música nueva y a entender los gustos de los demás. Ahora ¿Yo he sido la primera en pensar esto? ¡Por supuesto que no! Es la base de la etnomusicología el que la música es cultural, por lo que se debe ver desde esa perspectiva, pero también vi una entrevista hace años de Corey Taylor en la cual dice que no tiene placeres culpables, que escucha de todo y pensé «¡Ohooo tiene razón! ¡Debería poder escuchar lo que quiero wn!». Les dejo al entrevista:

Sin embargo, a pesar de tener esta nueva filosofía… Sigo teniendo reparos con algunas canciones. No puedo evitarlo, después de todo igual tengo una historia, una cultura y estudios relacionados con la música que no me dejan liberarme por completo de los prejuicios (a veces el saber de música puede ser algo negativo, como el exceso de sobre clasificaciones de géneros musicales que odio, pero inconscientemente hago).

Mi regla es que puedo disfrutar de todo tipo de música, mientras no promueva la violencia, el odio y la intolerancia. Claro, que dentro de esto se puedo considerar que tengo una mirada especialmente crítica a canciones machista, misóginas u homofóbica, ya que estarían dentro del odio y la intolerancia. Esto es particularmente difícil cuando se escucha rock y metal, ya que tienen muchas canciones machistas, muchas de estas consideradas clásicas.

Por eso, lo primero que hice fue diferenciar entre una canción que habla de sexo, que habla de placer, sexualidad o de libertad sexual. Hablar de estos temas no es machista ni misógino y es algo que muchas personas no entienden, ya que he apreciado ha mucha gente al ver a una persona, sobre todo al ver a una mujer que es segura de su sexualidad y que baila de forma provocativa, inmediatamente le dicen «que no se respeta a si misma». Hay que dejar claro que una persona puede estar desnuda en la calle y absolutamente nadie tiene derecho sobre su cuerpo. Con esto en mente, comencé a cachar varias canciones de rock que se podrían consideran machistas. Hubo algunas que fueron muy fáciles de notar y darles el «no», sobre todo porque eran de bandas que no me gustaba mucho como Poison o Mötley Crüe. Hubo otras que al analizarlas me empezaron a gustar como «Put Some Sugar On Me» de Def Leppard que solo habla de tener diversión en el sexo o «Shook Me All Night Long» de AC/DC, la cual habla desde la perspectiva de la mujer, como ella elige vivir su sexualidad (profundicé más en este tema en un escrito anterior, sobre lo que dice la música que escuchamos).

El problema se da cuando una canción me gusta y al ponerle atención a la letra, me doy cuenta que codifica a la mujer. Así nacen varios placeres culpables para mí, pero los que más me llegan son las canciones de ZZ Top, porque ¡Me gusta mucho esa banda! Intento pensar que eran los tiempos y que a pesar de que de una manera sí codifican a la mujer en sus letras, en sus videos siempre son súper empoderadas y eso me quita un poco de culpa.

Con esto en mente, caché que dentro del reggaetón, aunque hay muchas canciones machistas y misóginas, hay otras que solo hablan de sexo, placer, amor e incluso he encontrado canciones feministas (como «Quiero bailar» de Ivy Queen), así que igual eso me abrió un poco la mente a este género. Sacarme la maleta de disfrutar este tipo de música fue sumamente difícil, porque uno no puedo evitar tener reparos, así que intento verlo desde la perspectiva que es música para bailar y pasarlo bien. Además, hay que tener en cuenta la importancia de sus influencias anteriores, sobre todo de lo afrodescendiente.

Siendo completamente honesta, siempre me ha gustado la canción de la que voy a escribir, pero no podía admitirlo y no solo porque era reggaetón, sino además porque era tremendamente popular. Recuerdo que mucha gente la tenía de ringtone cuando salió, así que la escuchaba por todas partes y sentía culpa por querer cantarla, así que lo único que atinaba a decir era «Me tiene chata esa canción» (siendo una hipócrita al máximo jajaja). Lo bueno de esta canción es que cuando la tocan, la gente se emociona, levanta las manos y grita «¡Uhuuuuu!», así que creo que es una gran canción para comenzar una fiesta, por eso la tengo de primera en mi lista de música bailable (y no es la única de este género). Es importante destacar que el violín fue una estrategia de producción magnifica, creo que nadie podría olvidarse de este ritmo nunca. Les dejo el remix con Calle 13, que me gusta más que la original.

Hay varias canciones de éste género que disfruto, pero les voy a contar de una canción más actual. Esta canción caché que me gustaba hace unos pocos días, cuando la escuché completa por primera vez. Me di cuenta que es una buena canción para bailar y la Nicki Minaj igual le da un toque, además me da risa cuando canta en español. Esta canción no habla de sexo, sino del duelo cuando se termina una relación.

Ya pensando en otro género que también me costó aceptar en mi vida (jajaja que exagerada), sería definitivamente el pop. Ya escribí sobre este género antes y debo decir que en la actualidad es uno de los que más escucho. En todo caso, hay tener en cuenta que la mayoría del pop que me gusta es instrumental o experimental, pero el pop un poco más popular, como el electrónico tan usado en estos tiempos, aun me provoca cierto alejamiento inconsciente. Normalmente cuando me gusta una canción de este tipo de pop intento averiguar cosas sobre el artista, ya que me interesa que al menos suene bien en vivo y que no dependa del Autotune. Lo anterior, como que me hace sentir menos mal, lo cual es sumamente estúpido, porque debería poder disfrutar una canción sin sentirme mal y debo tener en cuenta que la producción también es parte de la música. Sin embargo, hay una artista que me costó aceptar y esa es Selena Gómez, la verdad es que hay varias canciones de ellas que me han gustado. A diferencia de otros artistas pop, sus canciones no suenan todas iguales, de hecho tiene una canción en que la melodía está hecha solo por sonidos corporales, pero cuando la oí en vivo… me decepcionó, porque no canta bien y se nota mucho la dependencia de la producción para mejorar su voz, porque o canta con pista o simplemente suena mal (algo parecido a lo que me pasó con Britney Spears, aunque a ella la veo mas como una show-woman). No tengo nada en contra de Selena, encuentro que actúa bien, por eso más de una vez he pensado que si se hubiera enfocado solo en eso hubiera sido mejor, pero ella ha planteado que le gusta mucho la música y es muy consciente de que sus presentaciones en vivo no son las mejores, por eso casi no da giras promocionales (que mal para sus fans sí). Al menos ha escrito varias de sus canciones y toca el piano y la armónica. Ahora, ya no me complico y he decidido apreciar su música como un gran trabajo de producción, ya que definitivamente es algo que también tiene valor dentro de la industria. Esta es la primera canción que me gustó de ella y me llevo años poder aceptar que me gustaba (ridícula al máximo yo jejeje).

Ahora les quiero contar un caso particular, que es el típico dilema de si se debe separar al artista de su creación. Lostprophets es una banda de metal alternativo que conocí en mi adolescencia y que me gustaba (creo que mi gusto por el metal alternativo ya no es sorpresa para nadie). Sin embargo, en el 2012 el vocalista fue acusado y luego condenado por casos de abuso sexual infantil, pedofilia y zoofilia. Los demás integrantes de la banda al enterase inmediatamente lo desvincularon y comenzaron a presentarse con otro nombre. Entonces, tengo el dilema si disfrutar o no sus canciones, porque me siento un poco culpable al hacerlo. Igual, los demás miembros de la banda no hicieron nada y también son parte de la creación… Aun así, todavía no sé si debería separar la creación del artista.

En todo caso, los invito a no tener placeres culpables, sobre todo por razones tan estúpidas como que una canción es de cierto género musical.

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